Tal y como era de esperarse no tardaron mucho las voces tanto de detractores como adversarios de la Cuarta Transformación (4-T) iniciada en la pasada administración del ahora expresidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO) y seguida por la actual que preside la doctora Claudia Sheinbaum Pardo (CSP), achacándole la culpa del asesinato del presidente municipal de Uruapan, Michoacán, Carlos Manzo Rodríguez.
De inmediato se soltaron esas voces tal y como lo hicieron aquel día del 7 de junio de 1999, cuando se dio el asesinato del conductor de televisión Francisco (Paco) Stanley, sobre todo los integrantes de Televisión Azteca, de quien ya en ese entonces Paco Stanley era su compañero de labores televisivas, quienes de inmediato le echaron la culpa a la administración del entonces jefe de Gobierno del también entonces Distrito Federal, Cuauhtémoc Cárdenas Solórzano, supuestamente por su mala administración en todo, pero más, en cuestiones de seguridad; diciendo que por la falta de vigilancia y poca acción en contra de la criminalidad era por lo que habían matado a Paco Stanley.
Sin embargo, poco después y con investigaciones verídicas se dio a conocer que el asesinato del conductor de televisión había sido por otras causas muy ajenas y lejanas a la administración del ingeniero Cuauhtémoc Cárdenas. Algo parecido ha sucedido ahora con los tristes acontecimientos en Uruapan, Michoacán, pues si bien las denostaciones sobre el asesinato de Paco Stanley se dieron más a nivel local, es decir, más en el D.F., ahora la difusión de las voces se han estado dando más a nivel nacional que local y posiblemente hasta internacional, pues de acuerdo a algunas notas en las redes sociales, representantes del gobierno de los Estados Unidos ya están metiendo su cuchara al respecto de este reciente asesinato en Michoacán.
Lo que llama la atención es que en la mayoría de los comentarios no nada más de youtuberos o en algunos portales de internet, sino hasta de analistas políticos o comentaristas, como el abogado César Gutiérrez Priego, en una entrevista con Manuel Pedrero, dice, al igual que otras voces, que fue algún grupo del crimen organizado quien atentó y acabó con la vida del presidente municipal del Uruapan, Michoacán; llama la atención porque todas las baterías se están enfocando a la posibilidad de que hayan sido integrantes de algunos de estos grupos que se les denomina como del crimen organizado, porque bien podrían ser uno o varios autores intelectuales quienes organizaron este atentado criminal; no es romanticismo ni mucho menos, pero tal y como están las cosas en el país, cualquier cosa puede suceder por más descabellada que se crea que sea, todo con el fin de seguir desestabilizando no nada más al estado de Michoacán, entidad del país que ya tiene mucho tiempo dando de qué hablar, sino también al país en general, para seguir tratando de generar la inseguridad en la mayor parte de la ciudadanía.
Se dice coloquialmente que con dinero todo se puede, así que no habría por qué echar en saco roto cualquiera posibilidad en este reciente atentado en Uruapan, Michoacán; mentes criminales que, aprovechando los dichos del ahora alcalde asesinado, bien pudieron aprovecharlos para de ahí apoyarse y que todo indique que fue algún grupo criminal y tan, tan, fin del asunto. Precisamente para que se crea que todo son secuelas de aquella frase de abrazos, no balazos y que he ahí las consecuencias por no actuar debidamente las autoridades correspondientes, tanto estatales como municipales y, desde luego, federales.
Y a propósito de los gobiernos en sus tres niveles, deben de enfocar muy bien sus investigaciones y, de ser necesario, mandar un mensaje contundente a esos supuestos grupos criminales, grupos que ahora que se está atacando el trasiego de drogas de todo tipo hacia la frontera norte de nuestro país tal vez estén abriendo o ampliando otros frentes productivos como la extorsión, la trata de menores y mujeres, etcétera; es decir, hacerle ver a estos grupos criminales que el Estado es mayor que ellos, que el Estado es el país entero en su conjunto.
Ahora bien, si algún grupo del crimen organizado que, según se dice, gobiernan nuestro país se siente con los pantalones suficientes y si es el autor intelectual de este reciente crimen y de otros más, pues que se lo atribuya públicamente y, en caso de no haber sido ninguno de estos grupos, pues que también lo manifiesten públicamente tal y como ya lo han hecho en algunos casos.
Sea pues. Vale.