Pasaron seis años del gobierno de Andrés Manuel López Obrador, donde el mismo mandatario un día sí y otro también declaró, en sus conferencias mañaneras, que uno de los principales propósitos de la Cuarta Transformación era atender las causas que provocan corrupción y violencia en nuestro país.
Pero es hasta ahora, en el gobierno de Claudia Sheimbaun Pardo, cuando se ha dado a conocer que elaboraron un plan para la justicia y la paz en Michoacán, que es a decir de las actuales autoridades, el estado donde por culpa del gobierno de Felipe Calderón, que culminó hace trece años, donde la delincuencia organizada sentó sus reales a partir de la instalación de cárteles dedicados a la venta de drogas, la extorsión, los secuestros y todo aquello que les redituara ingresos a costa del sufrimiento del pueblo michoacano.
Este plan que es emergente y que se deriva del asesinato de Carlos Manzo Ramírez, quien fuera alcalde en el municipio de Uruapan, contempla una serie de planes y programas que ofrecen medidas preventivas, y que van desde actividades deportivas y culturales, hasta la capacitación y la coordinación de las fuerzas encargadas de garantizar el orden.
El plan es bueno y que se ejecute al pie de la letra es seguramente el deseo de los que anhelamos la paz y la justicia; sin embargo, no hay que dejar de lado que las causas de la situación crítica que se vive en Michoacán, y en algunas otras entidades de México, por la inseguridad que padecen, están presentes y personificadas por jóvenes y adultos que fueron preparados para imponer la ley de los delincuentes.
Esas son las causas que requieren de atención inmediata, y no con ataques frontales que provoquen guerras, sino con una estrategia que diluya la división del pueblo mexicano, y con hechos que esfumen las omisiones y las complicidades que le abren paso a los negocios de los que tienen como objetivo principal satisfacer su maldad y sus ambiciones.
Si el Estado demuestra que su fuerza es insustituible, como lo aseguró Claudia Sheimbaun, entonces es hora de demostrarlo para que sean los malos los que empiecen a temblar.
SECRETO A VOCES: Dicen que la paz se consigue con justicia.