El gabinete de salud estuvo este jueves en la conferencia mañanera de la presidenta Claudia Sheimbaun Pardo para explicar el por qué se aplicará a las bebidas azucaradas y con edulcorantes un aumento del 1 por ciento del IEPS.
Este impuesto, como se sabe, cumplió ya 11 años desde su aprobación, y gradualmente se ha incrementado. Y así seguirá la tendencia, dejaron claro los del mencionado gabinete, si no se cumple con el propósito de inhibir el consumo de productos que dañan la salud.
El incremento no es propiamente con fines recaudatorios, señalaron, pero a la vez detallaron que, con lo que se recaude se atenderán a los que padecen enfermedades provocadas por los ya citados productos, y por aquellos a los que se les conoce como comida chatarra.
La medida es más bien preventiva y está principalmente enfocada a la protección de niñas y niños, que en promedio son los mayores consumidores de refrescos, jugos procesados y frituras, ampliaron los funcionarios.
En sus exposiciones lamentaron que México es el país donde se consumen más refrescos y jugos, ya que por persona está calculado que son 166 litros al año. Es por ello que en los últimos 40 años el país ha sido uno de los que tienen más enfermos de diabetes, hipertensión y complicaciones renales.
Atender a estos enfermos es muy costoso y más aún cuando sus enfermedades se agravan, al grado de sufrir amputaciones o tener que se tratados con hemodiálisis, y también, por los medicamentos que requieren para evitar infartos.
Por diabetes la estadística es de 100 mil muertes por año, y el gasto estimado para atender esta y las demás enfermedades provocadas por productos nocivos, es de 18 mil millones de pesos anuales, dieron a conocer.
Dicho lo anterior, los funcionarios recomendaron que para que México deje de ser un país enfermo aparte de reducir o eliminar el consumo de bebidas azucaradas y con edulcorantes, y de comida chatarra, también debe tomarse en serio lo de la realización de actividades que ayuden a los mexicanos a vivir más sanos y felices.
Del impacto económico no se habló en esta ocasión y que bueno, porque si bien nuestro país no tiene una economía boyante, de lo que se trata ahora es de prender las alarmas para evitar que haya más enfermos que, por su condición, no podrían incorporarse al sector productivo de México.
SECRETO A VOCES: Dicen que, si ignoran el propósito, los mexicanos seguirán enfermos y serán más pobres.